miércoles, 22 de febrero de 2012

El románico fue un estilo artístico predominante en Europa en los siglos XI, XII y parte del XIII. El románico supone el arte cristiano, agrupando las diferentes opciones que se habían utilizado en la temprana Edad Media (romana, prerrománica, bizantina, germánica y árabe) y consiguiendo formular un lenguaje específico y coherente aplicado a todas las manifestaciones artísticas. No fue producto de una sola nacionalidad o región, sino que surgió de manera paulatina y casi simultánea en Italia, Francia, Alemania y España. En cada uno de estos países surgió con características propias, aunque con suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito europeo.
Desde el punto de vista exclusivamente arquitectónico el románico fue un esfuerzo continuo en construir templos perdurables con la mayor grandeza posible pero evitando su posible destrucción. En este empeño la arquitectura románica siguió un proceso evolutivo continuo de perfeccionamiento y de resolución de problemas tectónicos en busca de la altura y la luz.
Para ello el material empleado debía ser piedra fundamentalmente, aunque no se renunció a otro materiales como luego veremos. Otra condición ideal era que el templo debía estar abovedado. Esto era por dos razones: la primera, por dar mayor relevancia simbólica al edificio y otra, más práctica, para evitar los incendios que los techos de madera sufrían con cierta frecuencia.

miércoles, 15 de febrero de 2012

El arte romanico en España es tan solo una variedad regional del estilo arquitectónico, escultórico y pictórico de los siglos XI, XII y parte del XIII, desarrollado en Europa.
Es fruto de la combinación armónica de diversas influencias como la romana, prerrománica, bizantina, germánica, árabe, etc.
Tradicionalmente se atribuyen una serie de características generales al estilo romanico: solidez de la construcción, gran anchura de muros para poder resistir las fuerza y tensiones de la estructura, uso del arco de medio punto y bóveda de medio cañón, escasez de vanos, tendencia a la horizontalidad frente a la verticalidad del gótico (aunque esto es bastante cuestionable). Lo más atrayente de este arte es sin duda la combinación de formas arquitectónicas de un gran equilibrio y elegancia, dada su sencillez, sentido de la simetría y el orden y la utilización de escultura de una extraña belleza, muy alejada de los cánones clásicos. Esta escultura es empleada para transmitir mensajes catequéticos y simbólicos a los feligreses que podían "leer" en la piedra las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.